Muchas veces, por inercia, nos sumamos a planes navideños ajenos: quedadas multitudinarias, actividades masificadas o propuestas que, en teoría, prometen diversión… pero que acaban siendo unas horas de supervivencia, manejando obstáculos de todo tipo, con niños cansados y nosotros llegando a casa aún más agotados. Para evitarlo, os proponemos cinco planes sencillos, realistas y agradables para rellenar mañanas o tardes libres de la mejor manera posible: en familia y sin volverse loco.
1. Plan de cocina: la receta de la abuela (o del tatarabuelo inventado)
Aprovechad una mañana tranquila para preparar alguna receta tradicional en familia. Es importante transmitir el plan con emoción y ganas, porque esa energía se contagia y convierte la cocina en un lugar especial.
Un truco infalible: evocar la receta de un familiar o de un antepasado lejano, real o inventado, siempre aporta un toque de magia y de historia compartida. Eso sí, la receta debe existir de verdad, no vayamos a terminar todos intoxicados por “la sopa secreta del bisabuelo”.
Cocinar juntos les da autonomía, crea recuerdos y, además, si lo han hecho ellos, suelen comer mejor. Una actividad redonda que termina con un buen plato compartido en la mesa.
2. Búsqueda del tesoro en casa (perfecta para días de lluvia)
Para esos días fríos o lluviosos en los que cuesta salir de casa, una búsqueda del tesoro casera es un plan asegurado. Solo hace falta elegir una temática divertida, piratas, exploradores, detectives, Navidad, y preparar unas cuantas pistas o pruebas escondidas por la casa.
A los niños les encanta resolver acertijos, encontrar objetos y superar retos para llegar al “tesoro final”. Un plan sencillo, emocionante y que se puede adaptar a cualquier edad y espacio.
3. Ruta de campo de una hora con enfoque naturalista (mención especial al Parque Adolfo Suárez)
En Madrid hay infinidad de rutas cortas y accesibles para familias. Una opción muy recomendable es el Parque Adolfo Suárez, en Avenida de Europa, perfecto para pasear una hora con calma, observar hojas, vegetación, aves y pequeños animales.
Cuenta con zonas de hierba para descansar, un estanque de patos y caminos amplios ideales para niños. Un plan sencillo, económico y que siempre hace bien.
4. Mini proyecto botánico: comprar y cuidar plantas en casa
A muchos niños les fascina elegir una planta, regarla, podarla y ver cómo crece con sus cuidados. Es una actividad bonita para hacer en familia y que, además, fomenta responsabilidad y constancia.
Podéis reorganizar las plantas de casa, buscar una nueva incorporación o crear un pequeño “rinconcito verde” juntos.
5. tarde de “creación navideña” sin pantallas
Un plan ideal para estas fechas es montar una tarde creativa con materiales sencillos: cartulinas, rollos de papel, lana, cintas, pegamento, revistas viejas o elementos naturales recogidos en el campo (piñas, hojas, ramitas).
Podéis proponeros:
Crear adornos para el árbol
Diseñar tarjetas navideñas para familiares
Construir pequeñas figuras o casitas de invierno
Hacer un mural conjunto para decorar la entrada de casa
La clave está en dejar libertad y participar todos. Es relajante, fomenta la imaginación y, además, ¡quedan recuerdos preciosos hechos por ellos mismos!